Discursos funerarios

El libro de la vida de cada persona está lleno de historias con días luminosos y tiempos turbulentos. En él aparecen personas de todo tipo, a veces como destellos fugaces, otras veces como compañeros de viaje temporales o como compañeros constantes.

Mi elogio es como un mosaico que tocará el alma y creará un vínculo entre los dolientes y el fallecido. Un mosaico formado por muchas piedras de colores, cada una valiosa y contribuyendo al conjunto. En mi homenaje, deseo ofrecer a los dolientes una imagen holística y amable de la persona fallecida, donde pueden coexistir piedras doradas junto a azules ultramarinos y grises pizarra.

Mi objetivo es reconfortarle/brindarle consuelo/ durante nuestro contacto, especialmente en el momento de la despedida. Le apoyaré con todos mis conocimientos sobre los procedimientos de la ceremonia funeraria. Antes de la celebración, estaré temprano en el lugar para atenderle. Luego, le guiaré a usted y a sus seres queridos con mucho tacto a través del sevicio funerario hasta el lugar de descanso final.

En alemán y español

Como traductora e intérprete jurada y gracias a mis raíces germano-peruanas, también ofrezco el discurso funerario en alemán y español. Quizás vengan al funeral familiares de un país hispanohablante. Es importante que los invitados entiendan el panegírico para facilitar la despedida. En la práctica, esto significa que pronuncio el discurso por partes, primero en alemán y luego en español, dirigiéndome a los familiares alemanes o a los españoles/sudamericanos. Por lo tanto, el discurso se pronuncia apartado por apartado en ambos idiomas. De tal manera surge una breve pausa en alemán o español. Esta pausa es muy valiosa porque da la oportunidad de reflexionar sobre lo que se ha dicho.

Antonio Machado: Caminante, no hay camino